El interior


Castellón Interior es sinónimo de naturaleza, de patrimonio histórico-artístico, de gastronomía, de fiestas, de tradición, de alojamientos donde te sentirás mejor que en casa... ven y descúbrelo.

Conocer el interior de Castellón significa descubrir unas tierras enormemente atractivas, tanto por su agreste geografía, como por la singularidad de sus tradiciones y cultura.

Castellón es, pese a ser costera, la segunda provincia más montañosa de España y en ella se encuentra el Pico de Penyagolosa, que con una altura de 1.813 metros, es el techo de la Comunidad Valenciana.

El atractivo de las tierras castellonenses del interior merecen una mención especial. Su clima, que varía según la altitud, haciéndose más recio hacia las zonas altas del interior, es en general un ambiente seco y agradable que viene acompañado de una vegetación y arbolado espléndidos donde respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza.

En la zona norte de la provincia está la comarca de Els Ports, cuya capital es Morella, ciudad turística por excelencia, dotada de innumerables monumentos, testigos de su intensa e importante actividad histórica. Tienen Morella y sus alrededores una amplia oferta de restaurantes, hoteles y viviendas de turismo rural, casas antiguas que se han rehabilitado y donde se puede disfrutar de una magnífica estancia.

La Tinença de Benifassà, comarca de gran riqueza paisajística es reconocida como una de las mejores zonas para el turismo activo. La mayor parte de esta zona se encuentra dentro de la Reserva Nacional de la Cabra Hispánica de los Puertos de Beceite, por lo que no es difícil en nuestro recorrido encontrarnos con buenos ejemplares de este hermoso animal.

El Maestrazgo cuya capital es Sant Mateu, ciudad de notable monumentalidad, se extiende hasta el macizo del Penyagolosa , vigía de esta comarca donde el turismo de salud tiene sus dos máximos exponentes en Catí (balneario de l’Avellà) y Benassal (balneario de la Font en Segures).

Las comarcas de la Plana Alta y la Plana Baixa poseen en municipios de su interior como Vilafamés, Vila-real, u Onda una dilatada historia y un patrimonio artístico digno de una visita detallada.

Contigua a esta comarca se encuentra la de l’Alcalatén con interesantes municipios como l'Alcora sede del Museo de Cerámica que recoge la amplia tradición del lugar, tanto de la Real Fábrica del Conde de Aranda (ss. XVIII y XIX) y cerámica contemporánea o Lucena lugar con excelentes fuentes muy apreciadas por los veraneantes.

Ya en la comarca del Alto Mijares, los amenos paisajes de Cirat, su capital, abren las puertas a Montanejos, cuna del turismo de esta comarca donde las cristalinas aguas del río Mijares son aptas para el baño. Dispone Montanejos de un moderno balneario de reciente creación.

La Sierra de Espadán, declarada Parque Natural, nutre de aguas al río subterráneo San José de la Vall d'Uixó, constituyendo el río subterráneo navegable más largo de Europa, cuyas modernas instalaciones reciben a muchos visitantes durante todo el año, que pueden disfrutar del recorrido en barca por el interior de las Grutas.

Mirando La Plana, cuando la Sierra de Espadán ve el mar, está Villavieja, importante por sus ricas aguas termales y sus balnearios.

El recorrido del río Palancia que da nombre a la comarca, el Alto Palancia, deja a su paso innumerables manantiales y fuentes. El primer manantial, cercano al nacimiento del río, es el de los Cloticos en Bejís, población que también guarda un interesante acueducto romano.

Viver, Jérica, Altura, con un importante legado patrimonial y bellos parajes son también importantes municipios turísticos de la zona que ven transcurrir el Palancia hasta llegar a Navajas, cuna del turismo de interior en nuestra provincia y lugar elegido para veraneo durante siglos por su gran número de manantiales y calidad de sus aguas. Siguiendo el cauce del Palancia encontraremos Segorbe, capital de la comarca y sede episcopal que cuenta con numerosos atractivos, tanto artísticos como naturales.

El Palancia abandona la provincia pasando por Sot de Ferrer, pueblo de bella estampa con una subida al calvario muy característica de la zona.

Castellón invita permanentemente a descubrir sus parajes y sentirse en contacto con la naturaleza, dos privilegios propios del interior de Castellón. Visitar sus pueblos supone realizar un recorrido por su historia, disfrutar de verdaderos museos naturales, contemplar la belleza de sus palacios, casonas, iglesias, murallas y torreones, con obras de arte únicas que abarcan desde restos arqueológicos íberos y romanos, pasando por retablos góticos, hasta llegar al más reciente arte contemporáneo excepcionalmente representado en el Museo de Vilafamés.

Un aspecto muy importante de los municipios del interior de Castellón son sus fiestas que guardan señas de identidad propias, siendo las mismas otro de sus múltiples atractivos. Con las tradicionales fiestas propias de cada localidad existen otras actividades lúdicas de asombroso interés como la Semana de Música y el Mercado Medieval de Morella, el Ciclo Internacional de Conciertos Ciudad de Navajas, el Festival Coral de Música Valenciana de Segorbe o la representación del Cisma de Occidente en Sant Mateu.

Castellón, además, dispone de una amplia red de senderos que permiten al visitante integrarse en la naturaleza acercándole a lugares a los que es imposible acceder de otro modo. La práctica de múltiples actividades deportivas y de aventura tales como: escalada, parapente, descenso de barrancos, recorridos a caballo, bicicleta de montaña, espeleología, orientación, etc., permiten al viajero disfrutar de su actividad preferida adentrándose se en parajes espectaculares, donde espesos bosques, paisajes mediterráneos y agrestes montañas ofrecerán todo su esplendor y en los que podrá encontrar buenas fuentes de agua fresca donde saciar su sed.

Todo este rico bagaje se encuentra adobado por una gastronomía excepcional, rica y variada propia de la tierra, elaborada con productos naturales.

Las tierras del interior castellonense, son tierras variopintas con atractivos más que suficientes para ser conocidas de manera tranquila. En ellas podemos contemplar tanto los grandes atractivos naturales que ofrecen, como los muchos municipios que no se han citado aquí y en los que el viajero descubrirá un gran legado cultural junto a usos y costumbres que perviven al paso del tiempo haciendo de estas tierras lugar idóneo para pasar unas vacaciones diferentes en contacto con el mundo rural muchas veces intacto.